Terminamos viendo al karma como una manera de llevar las propias acciones de uno, temiendole a un futuro no escrito...nos limitamos a hacer lo que los demás consideran como "bueno" para no sufrir represalias. A veces no me suena mal la idea de ser proximamente una vaca por haber criticado a las milanesas, o por haberme quejado de haber probado productos lácteos caducos... En ese caso vemos como el propio contexto nos afecta, esta karma tampoco se puede esperar una buena reacción de cualquier individuo ante una mala pasada solo por el hecho de que en un futuro distante o próximo vaya a ser algo peor...
A veces sentimos más que nada el karma no como la reencarnación en un bicho feo sino como la propia culpa, la mayor parte de las veces manifestada como el dolor de cabeza, nervios, dolores abdominales, terminando casi en depresión o hasta en enfermedades. Esto de la culpa es problemático dado que es una de las pocas cosas que van limitando nuestra propia libertad...se podria decir que es como un boomerang.
Como para concluir me limitaría a decir que no me conviene en nada creer en el karma dado que limitaría mucho la forma en que personalmente vivo, un buen chiste entre amigos, pero el hecho de estar ligado a una serie de actitudes y no poder salirse del parámetro es algo complejo para quien normalmente acude al famoso "carpe diem absolutis".
No es el articulo que pensaba escribir dado que ahora ando con un mar bastante complejo de contradicciones...tal vez cuando se me despejen las ideas haga un pequeños anexo a este tema...
Me despido
Mary
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